En plena era posfotográfica, lo crucial es ser testigo ubicuo mientras prima el momento transitorio y las imágenes se convierten en objeto de intercambio. Sumergidos en una pandemia de cámaras (más de 6.000 millones de móviles con cámara en el mundo) nos enfrentamos a una sobreabundancia de imágenes y al descrédito de la individualidad (debido a Internet) con imágenes que se vuelven escurridizas, pierden calidad y finalidad, pero al mismo tiempo, se cuelan en la Red activando la movilización y la denuncia.
Blog de las Materias Historia del Arte y la Fotografía I y II de la Carrera de Fotografía del ISET 18 de Rosario, Argentina. Prof. M.E.Hechen
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Joan Fontcuberta y la fotografía líquida
En plena era posfotográfica, lo crucial es ser testigo ubicuo mientras prima el momento transitorio y las imágenes se convierten en objeto de intercambio. Sumergidos en una pandemia de cámaras (más de 6.000 millones de móviles con cámara en el mundo) nos enfrentamos a una sobreabundancia de imágenes y al descrédito de la individualidad (debido a Internet) con imágenes que se vuelven escurridizas, pierden calidad y finalidad, pero al mismo tiempo, se cuelan en la Red activando la movilización y la denuncia.
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